Era un partido que al inicio del calendario de la segunda fase se preveía fundamental, pero esa importancia se ha acentuado tras los resultados de la primera jornada para ambos equipos.
El equipo placentino ha caído con Amicus, un equipo que se había clasificado en la última posición, y que aunque, para mí, sus resultados no correspondían con la calidad de su equipo, más me ha sorprendido al producirse sobre un equipo como Las Jaras, con un claro equilibrio interior-exterior. Tras esta derrota, aunque no sea vinculante a sus aspiraciones, Las Jaras necesita una victoria para asegurarse ese tercer puesto y compensar una derrota que seguramente no entraba en sus planes.
Por el otro lado, nosotros venimos de una derrota en Hervás, que aunque pudiera ser predecible, viene acrecentada por el mal juego de equipo en el inicio y los 2 cuartos finales. A nivel personal, y creo que de alguno más, eliminar esa sensación debe ser el primer objetivo para quitarnos ante Las Jaras.
Respecto a los equipos, en el partido de ida supimos parar al punto que creíamos más fuerte, y fuimos mentalizados en defender a sus pivots, pero su gran acierto exterior ese día y la falta de reacción nuestra, les mantuvo en el partido cuando nosotros teníamos las ideas claras. Su mejor final hizo que el partido se decantase para ellos, y nuestra “inocencia” en no contar con la importancia de la diferencia de aquel partido, hará que el próximo sábado el reto sea aún mayor al tener que superar los 13 puntos de diferencia.
Respecto a nuestras ausencias, sin recuperarse Ernesto aún lesionado, que precisamente fue el mejor de los nuestros en el partido de ida, estaremos prácticamente los mismos que contra Hervás, con lo que tenemos el reto de resarcirnos de la imagen dada, alejándonos de las precipitaciones, de la falta de organización y ausencia de selección de tiro, volviendo a un estilo de juego propio o por lo menos con las ideas más claras.
En defensa, a la idea de parar a sus pivots tendremos que sumar la de forzar que sus exteriores no se sientan tan cómodos como en Plasencia, y no descuidar los balances defensivos.
Es decir, un partido en el que tenemos que estar concentrados, en el que seguramente el final sea ajustado, y en el que debemos mantener una intensidad alta... aunque el domingo nos esperen 21.097 m por delante en Mérida.
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