Este blog, como pone al inicio, no es oficial, aunque se esté utilizando para seguir al CB Coria.
Pero creo que puedo decir en nombre de todos los componentes de este club que lamentamos la incertidumbre y "paro" que se está produciendo a consecuencia del partido contra Fundación Plasencia. Pero quiero dejar claro que no tenemos un sentido de culpabilidad, sólo queremos que se imparta justicia.
También quiero decir que lamento profundamente que muchas personas no sean conscientes de sus actos y de la responsabilidad que asumen, que hay que pensar qué es lo que se pone en los informes, pues estos pueden tener más relevancia de la que nos está pasando por la cabeza en el momento que lo estamos escribiendo... nunca sabemos hasta donde puede llegar y las consecuencias que puede tener.
Ahora quiero contar lo que yo puede apreciar en el pasado partido de Fundación.
El partido desde el principio, salvo la canasta inicial, estuvo dominado por Fundación que nos tomaron rápidamente ventaja. La verdad que a pesar de los 7 que vinieron, me pareció un equipo con las ideas muy claras, y muy bueno en todas las posiciones. Lo que más me gustó, envidia, fue su porcentaje en tiros libres... absolutamente bestial.
El primer cuarto fue un periodo en el que no hubo muchas jugadas protestadas. El segundo cuarto en el que yo jugué, me dí cuenta de que el partido era un poquito rocoso.
Tras el descanso es donde yo recuerdo que empecé apreciar jugadas y faltas claras, por ambos equipos, que no eran pitadas. Muchas veces hasta el jugador que las cometía levantaba la mano, aunque esa falta no había sido pitada.
Las protestas de jugadores de ambos equipos empezaron a subir de nivel, aunque tampoco lo suficiente para alarmarse.
En los últimos minutos, seguro que los de Fundación tienen otras en mente, recuerdo faltas claras que no fueron pitadas para nosotros, con lo que la protesta empieza a ser bastante generalizada en la grada. Hay una indignación generalizada entre los jugadores y en la grada. El arbitraje está siendo muy pésimo, la árbitro principal vuelve a dejarse escapar partidos y el auxiliar suele corresponder a tus demandas señalándote a tí lo que le estás reclamando.
Llegamos a la última jugada del cuarto: pocos segundos para el final, el balón llega para nuestro tirador, Arturo, y un jugador de Fundación al saltar a taponar comete una falta que se oye, absolutamente, en todo el pabellón. El jugador contrario creo que hasta levanta la mano.
La protesta es generalizada, y la grada estalla en gritos; Veo a Arturo que levanta los brazos y dice "Si la has visto, pítala!". El auxiliar que ha estado a pocos metros (la culpa es de los auriculares de los chicos jóvenes que producen sordera) y no ha señalado ésta sonora falta, con un medio giro de su cabeza le señala técnica a Arturo. Este, a 4 m de él, hace el gesto de dejarlo por imposible y vuelve tranquilamente al banquillo meneando la cabeza.
Nosotros, los del banquillo también nos hemos levantado ante esa clarísima falta que no se ha querido pitar... yo, jugador Nº 12, le digo al árbitro "Esa la has visto y no la has querido pitar"... ruego a los señores jueces que a mí también me apunten como delincuente. Pero Vicente, el mister, ya nos ha mandado sentar.
Yo ya estoy sentado cuando llega la árbitro principal, que de una forma clara, y sin consultar con el auxiliar (a pesar de una versión que he escuchado esta tarde), con un movimiento de brazo le indica a los de mesa como que el partido está suspendido a la vez que guarda una agenda.
Estoy sentado en el banco, he visto ese gesto y me doy por enterado de que el partido ha finalizado... más bien lo he deducido de su expresión. Pero Vicente tiene al resto de mis compañeros como explicándoles de cara al último cuarto. Me quedo con la duda de si el partido ha sido suspendido, pero veo que la árbitro principal les hace la misma seña con las manos al banquillo de Fundación.
Nuestro banquillo sigue concentrado en intentar recuperar el marcador... me levanto y le digo a Vicente: "El partido está suspendido"... Vicente pone cara de asombro y se dirige a la mesa a hablar con la mesa... le pide, tranquilamente, explicaciones... Hablan, no vocean...
Al cabo de un ratillo, el dueto arbitral y la mesa, están recogiendo los cacharros y se van al cuarto de árbitros.
La gente del pabellón está sorprendida, creo que no saben qué pasa. La voz se esta corriendo, y hay malestar e incredulidad. No aprecio en la grada nada que pueda preocuparme. Ya han bajado algunos de la directiva y el encargado del pabellón.
La verdad es que uno anda un poco perdido, y acabo optando por irme a duchar... en las escaleras hablo con Adri, que me había recriminado una jugada durante el partido. Hablamos tranquilamente y de la sorpresa de la suspensión del partido.
Después de la ducha, la puerta del cuarto de árbitros está abierta. El presi está hablando con los árbitros, aunque prácticamente sólo hablo con la principal. Incluso un auxiliar de mesa está fuera del cuarto. El árbitro auxiliar, sentado pero ausente. David se va como dándolos también por imposible.
"Con lo tranquilo que estaba el partido" dice la árbitro principal. Recibe una llamada, y dice "Nos vamos". Salen.
Veo que hay gente aún dentro del pabellón, confío lo suficiente en ellos y aunque los árbitros van a pasar por delante del público que aún queda con la incertidumbre de qué va a pasar; estoy totalmente seguro que no va a ocurrir nada. Efectivamente, los árbitros pasan entre lo que queda de público, 10 ó 15 personas, que los reciben con un rotundo silencio. Nadie habla mientras ellos salen de pabellón. Sólo al final, cuando ellos ya están fuera, a unos 30 m, se les despide con una irónica ovación compuesta únicamente por aplausos. La gente desde el partido contra Amicus está muy prudente.
Montan en el coche, al rato que yo llego también. Y se marchan... a los 2 minutos estoy hablando con Ángel, y llega el coche de la policía municipal con las luces encendidas. 3 agentes dentro. Como conozco a uno de ellos voy a preguntarle. O más bien él me pregunta a mí. A los pocos segundos llega un patrol de la Guardia Civil con 2 agentes... mientras suenan unas sirenas que es de otro coche que también viene... le digo al Guardia Civil que no vengan más, que aquí no hay nada que hacer. El guardia llama por radio, y dejan de venir.
Daros cuenta que se ha movilizado unos agentes que han dejado otra historia más importante, y que el que se supone que los ha llamado, se ha largado. Es un poco un contrasentido... y es disponer de unos medios públicos de una forma inapropiada... no porque no pueda llamarlos, que si lo necesitan para eso están. Pero llamarlos y largarse no dice mucho de una persona.
Y eso es lo que pasó o lo que yo ví. Todo esto no coincide en absoluto con lo que figura en el anexo que se ha aportado... y es que todos los que estuvimos allí vimos otra cosa, pero no lo que figura. Pero de eso ya hablaremos.
Yo sólo quiero que todo el mundo entienda que lo que figura en el anexo con lo que yo ví difiere el 100%,... pero no soy sólo yo, todos los que estuvimos en el pabellón. ´
Y en estos 2 días hemos puesto voluntad de arreglarlo, incluso hemos accedido a diferentes presiones, pero siempre y cuando tengamos la garantía que de todo esto nuestra dignidad saldrá absolutamente intacta, la de los aficionados, el club y cada uno de los jugadores. Y eso lo vamos a llevar al último extremo, ya sea Federación u otras autoridades.
Al final puede ser que no nos den la razón, que paguemos esta postura tan digna, pero no nos podemos quedar con la sensación de haber aceptado una culpabilidad que no es nuestra. Y me gustaría que eso lo entienda el resto de equipos, de árbitros y la Federación.
Puede ser que nos quiten 1 partido, 2 puntos, 3 jugadores, 4 años... pero mi postura es defender esta injusticia. Ya digo que podemos perder, sobre todo porque parece ser que unos chicos tienen más veracidad que uno de 41 años o de 56... pero creo que por lo menos vamos a levantar la liebre, que algo raro ha pasado en Coria porque no es normal que un equipo se cierre en banda y esté dispuesto a llevar esto hasta la última instancia. Que a pesar de las presiones recibidas a día de hoy sigamos en nuestros trece.
Podemos admitir que se chilla, que se grita, que como dice un compañero "la grada estaba muy crispada", pero no que la gente escriba lo que quiera.