Me pedían mis compañeros que retomase el blog al que he tenido abandonado por temas laborales, no por el desánimo que me haya podido producir el descubrir el daño que puede hacer a un equipo y a una afición unos personajes con una imaginación inconsciente.
Pero ese no ha sido el motivo, hay que estar en todas, así que no es el momento de abandonar, más cuando veo que muchos compañeros se sienten identificados con él. Pero al retomarlo, otro trago amargo.
Sobre el partido de Saint James, lo único que puedo decir es que... ganó el mejor. Indiscutiblemente. Ganó el equipo que estuvo en el partido. Cualquier otra excusa sería engañarnos y, sobre todo, despreciar a un equipo que iba con el traje de faena, que sabía muy bien lo que tenía que hacer y cómo jugar este partido.
Cuando los jugadores se estaban colocando para el salto inicial, su jugador dominicano, se tropieza con el pié del árbitro y debe retirarse durante unos minutos.
Así Coria empieza tomando las riendas del partido, y mandando en el marcador con una distancia máxima de 5 puntos (3-8). Vuelta de Henry, y en el minuto 6, los moralos ya nos superan en el electrónico para no dejarlo nunca. A pesar de que estuvimos con ventajas durante unos minutos, el equipo estaba flojo, ofensivamente y defensivamente, permitiendo entradas a canastas y rebotes a los locales.
Además, creo que ese mal juego se transmite en un partido incómodo, en el que no encontramos nuestro juego y estábamos bastantes inmóviles en defensa y en ataque, generando atascos en nuestro tanteo que hacen en los últimos minutos Saint James nos tome ventaja en el marcador. 21-13, al final del primer cuarto.
El inicio del segundo cuarto mantenemos el pulso, pero a partir del minuto 4 desaparecemos totalmente, inmersos en protestas, y un 8-0 nos lleva a una desventaja de 14 puntos (32-18). Retomamos la anotación en una ligera mejora del ataque, quizás también defendemos mejor a su máximo anotador, y nos lleva a recuperar el tanteo al final del segundo cuarto: 34-27.
El inicio del tercer cuarto vuelve a ser desfavorable, con mayor anotación por parte de los moralos, volviendo a superar una renta de 10 puntos. Pero es a partir del minuto 6, tras una breve recuperación nuestra (42-35) cuando Saint James nos mete un parcial de 9-0, llegando a 51-35. Y es que nuestro ataque es lento, previsible, inmóvil y muchas veces precipitado, en una ausencia total del equipo dentro de la ansiedad por anotar. Y es que aunque logremos encadenar alguna canasta consecutiva, la defensa permite demasiadas canastas en la zona, con lo que la ventaja sigue aumentando: 59-43.
El último cuarto no puede empezar peor, sin abandonar los errores, pérdidas y pérdidas, a pesar de que parece haberse controlado a Henry, y un parcial de 11-0 decanta el partido hacia los moralos, y alcanzamos una desventaja máxima de 27 puntos. Pequeña reacción de Coria para recortar hasta una desventaja de 18 puntos en un par de minutos, alcanzándose el definitivo 73-56.
En definitiva, el peor partido que hemos jugado en años, empanados, atascados, inmóviles y ausentes. No es cuestión de que Saint James tenga un jugador determinante, es que como equipo funcionó muchísimo mejor que nosotros, que anduvimos con la cabeza divagando por otros lares... el primero yo... y luego el ir a remolque nos presionó y atenazó.
Datos:
Anotadores Coria:
Pedro (21 p), Pepe (6 p), Juan (7 p), Andrés (0 p), Guille (5 p), Edu (6 p), Borja (2 p), Enrique (7 p) y Jacinto (2 p)
Anotadores Saint James: 4 (5 p), 5 (2 p), 6 (10 p), 11 (6 p), 21 (14 p), 22 (36 p),. El mejor, el equipo, fue sobre todo una labor de equipo.
Faltas: Saint James 13 - Coria 20 (2 eliminados) (7-12 en el descanso).
Tiros libres: Saint James 14 de 20 - Coria 7 de 11
Triples: Saint James 1 - Coria 3
Arbitraje: No se admiten quejas del arbitraje con el desastre de partido ofrecido. Pero meticulosos al principio, compensadores y permisivos al final. Cuando un árbitro es capaz de darte explicaciones de sus criterios, dice mucho de él, aunque no los compartas.
Mi enhorabuena a los chicos de Saint James, creo que este año están encontrando recompensa a todos estos años de estar ahí. Lamentamos no haber podido corresponder a la invitación, pero domingo tarde unido a desánimo, hacía que tuviéramos ganas de volver a casa.
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